Por Kristian Soriano
- Se previene que caigan en las garras de traficantes, que no solo se llevan las pieles y colmillos, como antes, sino que los ponen a cocer y los reducen a una pasta.
Un grupo de investigadores descubrió una importante población de jaguares, con más de 19 ejemplares, encontrados en plena vida silvestre, en una facción de 50 kilómetros cuadrados de la zona núcleo de la Biosfera del Río Plátano, en La Mosquitia.
El valioso hallazgo representa una buena noticia para la biodiversidad hondureña, debido a que los jaguares son una especie “bandera”, es decir, que son indicadores del buen estado de los bosques, en los cuales sobreviven alimentándose con más de 60 de sus presas naturales.
Los últimos estudios aún están en proceso y se realizaron para conocer la población del emblemático felino en La Mosquitia, mediante el uso de trampas cámaras, trabajo realizado por técnicos del Instituto Conservación Forestal (ICF).
A través de ese método identificaron un total de 19 jaguares, de los cuales nueve son machos, cuatro hembras, y cinco de ellos aún se desconoce su sexo.
TIENEN MANCHAS ÚNICAS
Cada uno de los individuos es diferenciado por la forma de sus manchas negras, únicas en cada ejemplar, sobre su pelaje amarillento, que les sirve como un “disfraz” para ocultarse entre la espesura de la vegetación al momento de capturar una presa.
En la región monitoreada en los últimos meses, con la novedosa tecnología de trampas cámara se continuará detectando presencias en movimiento, tanto en horas de la mañana como en la noche, para “foto-capturar” a los felinos que caminan por el radar cercano, hasta el mes de enero próximo, cuando se recojan todos los dispositivos instalados alrededor de los árboles.
El proyecto se desarrolla en La Mosquitia, debido a que la Reserva del Hombre y la Biósfera del Río Plátano (RHBRP) reporta el mayor porcentaje de flora y fauna registrada a nivel nacional, y gracias al enorme sitio, declarado patrimonio de la humanidad en 1980, sobrevive una gran cantidad de animales que requieren de óptimos ecosistemas para su subsistencia.
El jaguar convive en La Mosquitia, según el plan de manejo de la reserva, junto al 67 por ciento de los mamíferos registrados a nivel nacional, el 36 por ciento de los reptiles, el 70 por ciento de los peces y el 60 por ciento de todas las aves reportadas en Honduras.
FIERAS AMENAZADAS
El Instituto de Conservación Forestal (ICF) cuenta con un plan especial del manejo del jaguar, por lo que monitorea la densidad de las poblaciones del animal, y el comportamiento del mismo, junto a sus presas, con el fin de establecer protocolos de seguimiento y acciones concretas procurar su conservación.
La Reserva del Hombre y la Biósfera del Río Plátano (RHBRP) posee una extensión mayor a las 832 hectáreas, es decir, el 7 por ciento del territorio nacional, y en la actualidad el avistamiento de los jaguares “foto-capturados” se ha realizado en un pequeño espacio de 50 kilómetros cuadrados de la zona núcleo, lo que significa resultados bastante positivos.
El coordinador del componente de áreas protegidas y vida silvestre, biólogo del ICF, Marcio Martínez, destacó que hace unos 70 años el jaguar podía observarse en casi todo el territorio nacional, pero debido a la presión y la cacería humana, el animal ha sido desplazado y únicamente puede sobrevivir en la zona de las reservas.
Martínez, enfatizó que el monitoreo de jaguares en Honduras comenzó hace unos 60 años, con el rastreo de huellas, cuando se podía encontrar a la especie en todo el país, y lamentablemente hoy en día solo se ha reportado en la vertiente atlántica, en lugares como Pico Bonito, en Yoro y en la reserva del Merendón.
Estimaciones de la Fundación Panthera, conjuntamente con el ICF, identifican a nivel nacional unos 40 jaguares distintos en su hábitat natural, de los que el 50 por ciento se localizan en La Mosquitia, por ende, el sitio más vulnerable para la caza del jaguar en Honduras.
EN LAS RESERVAS PROTEGIDAS
Alarma por caza y tráfico de jaguares en Honduras
La caza y el tráfico ilegal de los jaguares podrían presentarse en Honduras, debido a que es una problemática ambiental latente en los países que albergan el precioso animal, con una piel sumamente cotizada en los países de primer mundo.
El coordinador del componente de áreas protegidas y vida silvestre, biólogo del ICF, Marcio Martínez, alertó que “se conoce que, en Sudamérica, están traficando con jaguares, ya no se llevan las pieles y colmillos, como antes; ahora todo el jaguar lo reducen a una pasta, lo ponen a cocer todo y en forma de pasta lo están sacando”.
“Tenemos el temor de que eso puede estar sucediendo en Honduras, actualmente, y es por eso que se están haciendo inspecciones y patrullajes en La Mosquitia; si se llega a comprobar que estas personas están traficando de esta manera, será un impacto grande”.
Martínez agregó que “lo que sí sabemos es que trafican con cráneos, colmillos y pieles, el tráfico del jaguar con nuevas formas, en forma de pasta, podría estar ocurriendo en Honduras y en los otros países de Centroamérica, sin que nos demos cuenta, es una amenaza latente este tráfico por esa población que demanda estos productos”, enfatizó Martínez.
Aunque la caza del jaguar, según la Ley Ambiental hondureña, está penalizada, el plan de manejo del felino indica que cerca de 20 individuos han sido “liquidados” en conflictos entre poblados y ganaderos durante los últimos años.
En el trascurso del año, el Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y ambiente C-9, de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA), reporta más de 96 detenciones a sujetos, en su mayoría implicados en la tala, pesca y caza ilegal de animales silvestres como el jaguar, el tigrillo, entre otros.
TRÁFICO
¿POR QUÉ ES UN ANIMAL TAN COTIZADO?
El jaguar o Phantera onca es conocido como el mayor “Depredador de América”, debido a que es la fiera con mayor peso y tamaño que habita en el continente y es el tercero en todo el planeta, después del tigre de bengala y el león africano.
Además, cuenta con la mordida más letal de todas las especies de fieras del mundo, por tal sentido, en Asia se cree que los colmillos del animal representan protección y seguridad.
Estuvo presente como parte de la mitología indígena, desde los mayas, incas y aztecas. Según antropólogos, los mayas creían que el jaguar luchaba en la selva por mantener en equilibrio el inframundo y peleaba en la noche, para que luego saliera la luz del día.
En muchos países desarrollados, el animal es comprado vivo por millonarios, como signo de estatus, al mantenerlo en cautiverio, y de igual manera, se pagan exorbitantes cantidades de dinero por su hermosa piel manchada y ahora para consumo alimenticio.
Para la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES), está catalogado en el grado l, como los más amenazados para su extinción a nivel mundial.
DATOS
El jaguar requiere de un ecosistema extenso para su sobrevivencia, como en La Mosquitia, donde se pierde el mayor porcentaje de bosques todos los años, producto de la tala ilegal y de los incendios.
En la selva de Gracias a Dios habitan cinco especies de felinos, todos en peligro de extinción, que son el jaguar, el puma, el ocelote, el yaguarundí, y el tigrillo, ya extintos en otros países y que hoy son amenazados, tanto por la destrucción del medio ambiente, como por la caza ilegal.
El jaguar está distribuido en América, desde la frontera de México con Estados Unidos, hasta Chile, sin embargo, en países como El Salvador y Uruguay ya fue “extinguido”.